Esta fotografía quizá no sea, aparentemente, nada del otro mundo, pero tiene su intríngulis. Y me sirve para ilustrar como a veces hay que interpretar lo que necesita el cliente y, con los medios y capacidades de los que uno dispone satisfacerlo razonablemente (o incluso más de lo razonable si es posible).
Quién la observe, y en un póster impresiona mucho más, realmente le llamará la atención la cantidad de barriles de vino y del trabajo de colocar tanto barril para la foto. Pero en realidad hay un trabajo diferente del que parece.
El cliente quería que en una sola foto se percibiera el gran trabajo que se hace cuando hay que cambiar las barricas viejas de las bodegas por nuevas barricas de roble. Debería ser espectacular por la cantidad y el encuadre. Pero además no se debería entorpecer el trabajo habitual de la bodega teniendo en cuenta que la plaza escogida era zona habitual tanto de maniobra de camiones como paso habitual de turistas con el tren de visitas.
Además, para complicarlo todo, poco antes del encargo ya se había hecho el trasvase de la bodega más grande y ahora no se disponía de tantas barricas. Entonces sugerí que se podía hacer digitalmente, si lo planificábamos adecuadamente. Obviamente, como otras veces, el presupuesto no era para tirar cohetes. Así que les dije que sólo necesitaba un operario con una carretilla elevadora y las barricas que hubiesen. Luego solo precisaría otro operario más al momento de tirar la foto.
Solo la toma llevó unos tres días.
El primer día para encontrar la localización exacta para disparar la foto y colocar la cámara. Al final me pude encaramar en lo alto de una pasarela lateral de unas tinas de acero inoxidable. Entonces hubo que mirar la mejor hora del día para, sin disponer de una luz plana o cenital se iluminase todo lo mejor posible. Creo que al final era sobre las 14 h de la tarde de mediados de noviembre. Tras las pruebas correspondientes, encinté el trípode con cinta negra hasta que no lo moviera más que un terremoto de grado 8.
El día siguiente, por la mañana, con tranquilidad, con el “torero”, mandé colocar las barricas de las que disponíamos estratégicamente para que después su manipulación y duplicado no “cantase” a nivel de perspectiva. Estamos hablando de barricas, con superficies curvas y óvalos que enseguida cogen formas raras si empiezas a tocarlo mucho.
((Esto se hizo el año 2005 y no había las herramientas que hoy tenemos, 4 años es una eternidad (hoy, seguramente, por muchísimo menos dinero de lo que costaba entonces, se podría hacer un palé de 2 barricas virtual renderizado en 3d e iluminarlo y colocarlo, pero incluso ahora el precio se dispararía si queremos que quede perfecto…ah!…y yo no se hacerlo))).
Cuando llegó la hora D, sin ningún operario que me complicase la vida, disparé la foto. Ya podéis jugar a las 20 diferencias.
Tras comprobar que todo estaba perfecto, como el sol se mueve rápido, dije que ya podían desmontar el tinglado (sólo les había estorbado 3 horas y un operario), excepto 4 palés que necesitaría el día siguiente a la misma hora con 2 operarios para hacer lo que faltaba : 4 diligentes trabajadores descargando hasta la entrada de la bodega, a base de utilizarlos dos o tres veces como parte de una cadena.
Luego tuve que darles un leve desenfoque y un poco de ruido para integrarlo mejor, pues éstas las hice con un teleobjetivo.
Una vez todo lo más básico debidamente montado, algo más de maquillaje general ( manchas aceite o alquitrán, fuera camión y torres refrigeración, algún árbol más, una nueva cubierta que nos tape el acero inoxidable que no queremos ver, etc).
No hay que decir que toda la postproducción se llevó muchas horas. Una vez todo colocado, las sombras y las perspectivas “crujían” por más de un lado y hubo mucho trabajo de “afinamiento” para que se pudiese ampliar a cualquier tamaño.
Posiblemente algún colega que tenga la mano rota con el retoque considere que no hay para tanto, pero estoy seguro que a mí aún me habría costado muchísimo mas si no hubiese planificado bien la toma siendo previsor respecto a los problemas posteriores que me podría encontrar. Y la foto funciona finalmente por qué hay ese tiempo posterior de afinado con paciencia por el “ojo” educado de un fotógrafo.
Hasta pronto.
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Currazo , de calidad.