Éste fue un regalo de pedida, acompañando al anillo de rigor, claro.
Carlos, el novio, tenía muy claro que un book bien hecho por un profesional sería algo muy conveniente.
Rebeca es una chica normal, maestra de escuela, con las inseguridades normales acerca de sí misma que pueda tener quién ya no es una sílfide quinceañera. Su novio vio claro que el realizar un book profesional completo ( con estilismo, maquillaje y peluquería ) tendría un efecto liberalizador, una inyección de autoestima y que, además, sería muy positivo para su relación de pareja.
Enseguida sintonicé con su visión, pues hace años que compruebo vez tras vez el llamémosle “efecto terapéutico” de hacerse un book.
Claro está, y en esto no me va a cambiar nadie, sin abusos de Photoshop que parece que está tan de moda hoy con los books a particulares, transformando a la chica en otra persona o en una muñeca de plástico ( si eso es lo que quieres no soy tu fotógrafo ).
No señor, si queremos que sea estimulante por mucho tiempo dicho book la protagonista debe reconocerse, verse natural, ser ella misma, guapísima, pero ella misma, con su piel, su altura, su estructura… y así enseñará orgullosa las fotos a todas sus amigas/os sin oir ( o imaginarse lo que están pensando ) el rintintín de : “jo, si te han retocado de arriba a abajo” o ” no pareces tú “.
Y en ese caso el efecto es el contrario al deseado y todavía más frustrante, pues el mensaje que al final queda es : ” buff, solo soy guapa si me transforman con el Photoshop”.
Para mí, oír eso sería un fracaso.
Significaría que no me he esforzado por encuadrar, por utilizar las ópticas adecuadas, por buscar la luz apropiada, por crear el ambiente idóneo sino más bien lo he confiado casi todo a la post-producción.
No me cansaré de repetirlo : unas fotos bien hechas, naturales ( más o menos atrevidas con el estilismo, es igual ) , con calidad…NUNCA pasarán de moda, más bien al contrario, conforme pasen los años, más te gustarán.
Y para acabar la sesión, una foto para el recuerdo de la pareja.
Al día siguiente recibimos un e-mail de agradecimiento de Rebeca donde nos confirmaba lo bien que se lo pasó y lo increiblemente desinhibida y cómoda que se había sentido, además de otras bellas palabras que nos animan a seguir con nuestra filosofía de trabajo.
Al final resulta que nuestro trabajo es un continuo dar y recibir.
Es la doble vertiente del “efecto terapéutico” de los books a particulares.
Nosotros ayudamos a generar autoestima y luego los clientes satisfechos nos la generan a nosotros.
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Maquillaje-peluquería : Laura Sans
Estilismo : Raquel Ventosa
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