Una boda en Ibiza, en una hermosa casa al este de la isla, viendo ponerse el sol sobre el mar, emocionante…¿ qué más se puede pedir ?
Pues sí, al dia siguiente, una excursión en catamarán hasta Formentera para comer un delicioso arroz en un lugar tan emblemático como Es Molí de Sal.
Es el reportaje que deseaban, ni una sola foto de posado, sólo captar el ambiente y las emociones.
En esta ocasión, quien se merece todos los elogios es Esther, pues por otros compromisos anteriores yo sólo pude estar hasta el aperitivo del sábado, y una vez más, ella sola, acaba demostrando por qué es la mejor compañera fotógrafa que puedo tener. Soy muy afortunado, mucho…no me la merezco.
Esperamos que os guste esta pequeña selección…